En nuestra vida cotidiana la respiración la hacemos de una forma automática. No pensamos cuando respiramos, ni como respiramos. Realizamos una respiración superficial, no utilizamos nuestra capacidad pulmonar adecuadamente. El hecho de ello conlleva que se contraigan los músculos de la respiración y provoca agravamientos en la postura. Un buen hábito de respiración puede conseguir una buena parte de la corrección postural.

La respiración Pilates nos ayuda a limpiar el torrente sanguíneo, nos ayuda a inhalar y exhalar de forma profunda y hacerlo de forma consciente.

La respiración pilates ayuda a que trabaje la musculatura del abdomen, evitando que se salga hacia fuera y que la espalda pueda sufrir. La inhalación facilita el movimiento de la extensión y la exhalación fortalece la musculatura profunda abdominal y el suelo pélvico.

La respiración es muy importante a la hora de realizar los ejercicios de pilates.

Siempre inhalamos por la nariz expandiendo la caja torácica hacia los lados. Todo esto sin soltar las conexiones abdominales y suelo pélvico.

Siempre exhalamos por la boca y siempre notando esa fuerza  como si saliese desde el suelo pélvico, abdomen y el estómago, ayudando a conectar todas esas zonas de músculos y cerrando costillas y llevando toda la caja torácica hacia el diafragma pélvico.

La respiración es muy importante en cada ejercicio y debemos concentrarnos para que vaya coordinada con el movimiento, dándole fluidez y control.