El trabajo de las sentadillas es muy beneficioso para nuestro cuerpo. Fortalecemos nuestros tobillos, alivia mucho el dolor para la gente que padece lordosis, fortalece nuestras caderas, fortalece nuestro glúteo y corrige nuestra postura.
Cuando se realiza adecuadamente una sentadilla los riesgos son mínimos, exceptuando las personas que tengan algún tipo de patología.
La musculatura de muslos, glúteos, parte baja y extensores de la espalda y abdomen están implicados en una sentadilla. A medida que el cuerpo desciende, rodillas y caderas se flexionan, el tobillo se dorsiflexiona y los músculos alrededor de las articulaciones se contraen excéntricamente, alcanzando la máxima contracción al final del movimiento mientras frenan y detienen el descenso. Trabajan los músculos del tobillo para proporcionar estabilidad al igual que la musculatura erectora del tronco y la faja abdominal. Cuando volvemos a la posición vertical erguida, los músculos de las piernas se contrae concéntricamente, rodillas y caderas se extiendes y los tobillos realizan un flexión plantar.
La semana pasada estuvimos realizándo sentadillas en pilates suelo con ayuda del Foam Roller o Rulo de Espuma.
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